Lo ocurrido en PharmaMar es, lamentablemente, la crónica de una muerte anunciada. El espectáculo bochornoso por parte de la compañía llevó a miles de incautos inversores a comprar títulos que desde la propia compañía se apresuraban a vender al hilo de las noticias de Aplidin. Como si, por arte de magia, no pudiéramos vivir sin la nueva creación de PharmaMar.
Sobre PharmaMar hemos hablado largo y tendido a lo largo de este año. A pesar de las criticas en algunos foros -muestra de su poca utilidad a la hora de formarse como inversor-, hemos insistido en que el valor es muy peligroso y que, a pesar de las subidas, a alguien que le tenga aprecio a su dinero no le compensa comprar este tipo de valores.
Por supuesto, bien está para aquel que entienda la Bolsa como un juego de azar o como una simple casa de apuestas. Si hay alguien que apuesta a cuantos corners habrá en un partido o cuantas tarjetas decidirá sacar el árbitro, bien esta que también ande jugando, porque no es otra cosa más que jugar, en este tipo de valores como PharmaMar.
Ojalá hayan sido pocos aquellos que aun leyendo nuestros artículos, y otros muchos más alertando de lo que podía ocurrir, hayan cerrado los ojos y invirtiendo sus ahorros en este valor. PharmaMar ha perdido más de un 50% desde que tocara máximos en 148 euros el 16 de Octubre.
PharmaMar: Una preocupante estructura La situación técnica a estas alturas es muy delicada. El valor se encuentra muy cerca de activar una estructura de doble techo que llevaría al valor a los 48 euros zonales, más o menos sobre los techos de febrero y marzo de este año.
Los indicadores técnicos todavía siguen sin mostrar un agotamiento de la caída a pesar del hueco bajista que dejó el valor la semana pasada. Perder los 70 euros sería una muy mala noticia para PharmaMar.
Por otra parte, es cierto que el valor ha cumplido una estructura de impulsos Fibonacci que empezó a formarse en noviembre del 2019. A partir de aquí, el rally hasta los máximos ha sido espectacular, a pesar de que el valor ni tan solo se llegó a aproximar a los máximos del año 1999-2000.
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