A pesar del anuncio de subida de tipos por parte del Banco de Inglaterra, la libra no ha sido capaz de alcanzar un impulso alcista notable, y es lo que ha hecho que, al menos en el marco de una temporalidad largo placista, el precio se mantenga en su tendencia bajista de siempre. Más a corto plazo, quiero destacar el retroceso alcista iniciado desde finales de enero, con el cual seguiremos trabajando en compra en forma de retroceso siempre y cuando se pueda seguir respetando.
Es más, de hecho, precisamente el pasado viernes GBPUSD se encerró en un pequeño intervalo. Está claro que para iniciar el retroceso alcista esperaremos a la ruptura de dicha franja, para así poder aprovechar una compra hacia un siguiente objetivo colocado en 1,3574.
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