La preocupación por el desplome de la inflación pesa sobre la libra esterlina
En marzo de 2023, la tasa de inflación interanual de los precios al consumo en el Reino Unido disminuyó al 10,1% desde el 10,4% registrado en febrero. Sin embargo, superó la previsión del mercado del 9,8%, y Gran Bretaña sigue siendo el país de Europa Occidental con la tasa de inflación más elevada. Es también el séptimo periodo consecutivo en que la tasa se mantiene por encima del 10% y lleva casi dos años por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Inglaterra.
En consecuencia, los responsables políticos tendrán que plantearse subir los costes de endeudamiento más de lo previsto. Deutsche Bank ha aumentado sus previsiones para los tipos británicos anticipando dos subidas adicionales de 25 puntos básicos por parte del Banco de Inglaterra. Por su parte, Morgan Stanley prevé una única subida de tipos, pero existe la posibilidad de una segunda.
El ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, declaró el miércoles que "cuando la inflación supera el 10%, es desestabilizador para la economía. No es un buen lugar para estar, en última instancia es peligroso si se deja ahí".
El vaivén de la libra esterlina en reacción a esta caída de los datos de inflación ha encapsulado perfectamente estas previsiones de más subidas de tipos y los temores a una economía desestabilizada. Aun así, el par GBP/USD ha podido defenderse de una posición por debajo de 1,24000 y actualmente está probando la fortaleza de 1,24352 como soporte. El potencial alcista podría verse limitado por las resistencias de 1,24494 y 1,24738, teniendo en cuenta que el mercado ya ha descontado una subida de 25 puntos básicos en la próxima reunión del Banco de Inglaterra del 11 de mayo.
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